
Conservo algún recuerdo que no debería, lo sé, ¿qué puedo hacer? A todos nos ocurre, la monotonía nos gana la batalla alguna vez.
Perdón si alguna vez guardé la compostura, no sabes lo que ha sido que hayas sido mío. Comprendo que agotaste toda tu dulzura, pero no me pidas, niño, que agote la mía.
Eres ese hombre por el que me siento capaz de querer.
que bonito. (L)
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar