- Ésta es la tercera farola que da al otro puente...¿Ves eso de ahí?
- Si...me parece que algien se ha equivocado atando la motocicleta...
- Pero, ¿Qué dices tonto? Es el "candado de los enamorados". Se engancha un candado en esta cadena, se cierra y se arroja la llave al Tíber.
- ¿Y después?
- Ya nunca te separas.

El amor, las relaciones, los sentimientos… no se fundan en una razón prudente por eso no me gusta hablar de amores imposibles sino de amores improbables, porque lo improbable es por definición probable. Lo que es casi seguro que no pase es que puede pasar. Y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase vale la pena intentarlo.
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