vuelta.

"Si se pudiera materializar todo lo que invisiblemente desprendo,sin duda caminaría rodeada constantemente de una aureola color rosa chicle"

:)

Nunca se le oye llegar. Sus pasos disimulados y discretos tratan de ocultar la enormidad que estoy a punto de presenciar.
Recuerdo contemplar mis pies, orgullosa de esas uñas color vermut tan bien pintadas, empapados y escandalosos, manchados de una áspera arena, caminar apresuradamente en compañía de un mar que me ha sacado sonrisas que vosotros jamás sabréis.
De pronto me encuentro desesperada de esperar, y de pronto estoy rodeando con mis brazos su cuello, ahogándome en ese olor que cada vez que detecto por la calle me recubre de una capa de ternura y tristeza.
Descansar mi cabeza en su hombro, escuchar el silencio y sentir que no existe manera humana de ser mas feliz. Notar su calor abrazándome y su respiración chocar con mi frente. Abrir los ojos y darme cuenta de que tanto casi dormida como despierta, sigo soñando. Porque levanto la mirada, y por dentro me digo orgullosa, "esta aquí, es él". Y lo único que me da miedo es mirar el reloj porque no quiero enterarme de que poco o que mucho queda para dejar de disfrutar de ese inigualable bienestar. Porque no quiero que termine, nunca.
El calor del sol irradiando mi piel, la libertad de bucear hacia un horizonte que parece no tiene fin, el alivio de ese agua refrescándote... Algo indescriptible y que añoro.
Él es mi playa en Córdoba.