-Sé que, a veces, vienes a mi trabajo. Al otro lado del cristal, ahí todo parece más fácil. Me vigilas, me observas, cada movimiento. Cuando escribo, cuando te dibujo,cuando me fumo un cigarrillo desesperada, cuando rio y cuando lloro. Pero no entrarás nunca,¿verdad? ¿Sigues recordándome?
-No. No puedo recordar algo que nuca he olvidado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario