
Y sin darme cuenta, en el momento en que tu tren partió mi corazón también se partió. Y me quedé ahí parada como una tonta, sosteniendome el pecho fuertemente, con miedo de quitar la mano y caer desplomada en el suelo. Con ese miedo que te queda cuando ves alejarse a lo que más quieres en esta vida... con esa duda de si lo volverás a ver.
(L)
ResponderEliminar